VISITA BRISTOL

Cuando vayas a Bristol para la carrera de NASCAR, no solo disfrutarás del rugido de los coches de serie en las altas curvas. Esta pequeña ciudad, situada en la frontera entre Tennessee y Virginia, es un destino en sí mismo, con mucho que ofrecer antes y después de la carrera.

Comienza en el centro histórico de Bristol, donde State Street divide los dos estados. Allí podrás curiosear en tiendas únicas, comer en un restaurante de comida local y disfrutar de la música en directo que le ha valido a la ciudad el título de cuna de la música country. No dejes de visitar el Museo Birthplace of Country Music para descubrir las legendarias Bristol Sessions de 1927, que dieron forma a la música estadounidense.

Para los amantes del aire libre, el lago South Holston ofrece paseos en barco, pesca y pícnics a orillas del lago, mientras que el parque Steele Creek cuenta con rutas de senderismo, un campo de golf y un hermoso paisaje natural. Los aficionados a las carreras también pueden hacer una excursión al Bristol Dragway, justo al lado del circuito, conocido como Thunder Valley por el eco que produce durante las carreras de la NHRA.

Los amantes de la gastronomía no tendrán problemas para encontrar opciones, desde la clásica barbacoa sureña y la comida casera hasta restaurantes modernos que sirven platos elaborados con productos locales. Por la noche, disfruta de música en vivo en locales íntimos, explora las cervecerías locales o asiste a una actuación en el Paramount Center for the Arts.

Y, por supuesto, ninguna visita está completa sin hacerse una foto con un pie en Tennessee y otro en Virginia a lo largo de la famosa State Street de la ciudad.

Tanto si vas para pasar un largo fin de semana de carreras como si incluyes Bristol en un viaje más largo por las montañas Apalaches, encontrarás la combinación perfecta de la acción de alto octanaje de la NASCAR, el rico patrimonio cultural y la hospitalidad sureña.